Las repercusiones por las interceptaciones de llamadas telefónicas en el contexto de la indagatoria del caso ProCultura están generando un revuelo sin precedentes. Este escándalo involucra un potencial fraude de recursos públicos a través de una fundación liderada por el psiquiatra Alberto Larraín.
Recientemente, se ha revelado que la Policía de Investigaciones (PDI) registró una conversación entre el Presidente Gabriel Boric y la psiquiatra Josefina Huneeus, exesposa del líder de ProCultura. Este contacto, que tuvo lugar en octubre de 2024, fue grabado a solicitud de la Fiscalía Regional de Coquimbo, bajo la dirección del fiscal Patricio Cooper.
Las acciones del fiscal Cooper han suscitado críticas severas entre los personeros del oficialismo, particularmente tras el allanamiento a la casa de la diputada Karol Cariola (PC) durante su parto, un acto que fue calificado de insensato por muchos.
Sin embargo, este no es el único hecho que ha generado controversia. El pasado 28 de abril, se informó que Cooper había solicitado interceptar las comunicaciones del Presidente Boric, tras ser mencionado en la investigación. A pesar de esta petición, el tribunal negaría la autorización, lo que añade más confusión al asunto.
La situación se complica a medida que parlamentarios del oficialismo buscan la remoción del fiscal Cooper ante la Corte Suprema, reflejando la creciente tensión entre el Ejecutivo y la Fiscalía en el manejo de este caso que podría tener implicaciones serias para varios involucrados.