Por larespuestacl 
El Día de la Victoria en Rusia se convirtió en un evento llamativo donde el presidente Vladimir Putin estuvo acompañado por líderes mundiales, incluyendo a su invitado especial, el presidente chino Xi Jinping. Este desfile, que rememora la victoria soviética sobre la Alemania nazi, celebra este año su 80.º aniversario. Sin embargo, el contexto de este festejo ha tomado un giro más propagandístico desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022.
Los líderes presentes, vestidos con la polémica cinta de San Jorge, simbolizan un apoyo que ha sido cuestionado a nivel internacional debido a su asociación con la agresión rusa. En esta edición, figuras como el presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva; el egipcio Abdel Fattah el-Sisi; y Nicolás Maduro de Venezuela, destacaron entre los asistentes, haciendo de este evento una mejoría notable respecto a la escasa participación del año anterior.
A medida que las negociaciones por la paz con Ucrania siguen estancadas, el desfile se desarrolla en un momento clave. A pesar de un anuncio de alto el fuego unilateral por parte de Putin, Ucrania lo ha calificado de manipulación política. Las discrepancias entre las propuestas de tregua de ambos lados continúan complicando cualquier acercamiento.
Mientras Ucrania continúa sufriendo ataques, las delegaciones internacionales se reunieron en Lviv para respaldar la creación de un tribunal especial que investigue los crímenes de agresión rusos, evidenciando así el apoyo a la causa ucraniana frente a la exhibición de poder de Moscú. Ciertos países europeos, por su parte, cerraron su espacio aéreo a las aeronaves que dirigían a sus representantes al desfile, complicando la llegada de algunos líderes pro-Kremlin.
El despliegue militar de Putin llega en un momento crucial para el Kremlin, que busca reafirmar su presencia en la escena internacional, mientras que la comunidad ucraniana desestima el simbolismo de este acto como un intento irresponsable de salir del aislamiento.