Por larespuestacl 
El domingo 25 de mayo, Venezuela se prepara para una jornada electoral que podría marcar un nuevo rumbo en su historia. El presidente Nicolás Maduro ha convocado a la población a votar en paz y unidad, destacando que esta será la jornada número 32 de la Revolución Bolivariana en casi 26 años.
Con más de 6.000 candidatos de 54 organizaciones políticas, los venezolanos tendrán la responsabilidad de elegir 569 cargos, entre los que destacan 285 diputados para la Asamblea Nacional y 24 gobernadores. Una novedad es que por primera vez se votará por representantes del territorio Esequibo, aumentando así la representación nacional.
Con 15.736 centros de votación y más de 21 millones de ciudadanos habilitados, el Consejo Nacional Electoral (CNE) se moviliza para asegurar un proceso ordenado. Además, se activará un despliegue de 412.887 efectivos militares y la participación de más de 400 veedores internacionales para garantizar la seguridad.
Un análisis realizado por la encuestadora Hinterlaces sugiere que el 60% de los votantes apoyaría candidatos del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, mientras que el apoyo opositor sería de solo el 18%. Este marco electoral no solo se trata de votar por candidatos, sino que está en juego la estabilidad y la gobernabilidad del país, según el analista Ángel González.
Las tensiones no son nuevas; antecedentes han revelado intentos de sabotaje previos a los comicios. González menciona que la oposición ha intentado generar un clima de caos para justificar una intervención extranjera, lo que añade un nivel de tensión y riesgo a esta jornada electoral.
Además, el analista señala que este proceso puede representar el inicio de un nuevo ciclo político, y un cambio en la conformación del poder legislativo podría enriquecer el debate en la Asamblea Nacional, algo que se resiente tras décadas de predominancia chavista.
Finalmente, la elección de representantes del Esequibo resalta la determinación de Venezuela de afirmar su soberanía territorial, un acto que refleja unidad nacional frente a presiones externas, especialmente en contextos que involucran a grandes corporaciones y sus intereses en la región.