Por larespuestacl 
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha declarado un toque de queda nocturno en el centro de la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, en respuesta a múltiples noches de protestas contra las redadas migratorias impulsadas por la administración de Donald Trump. En una conferencia de prensa, Bass indicó: “He declarado el estado de emergencia local y decretado un toque de queda en el centro de Los Ángeles para detener el vandalismo y parar los saqueos”.
La medida de restricción fue implementada para controlar la situación que se tornaba cada vez más tensa, con protestas que se desbordaron el martes. Aquellos en ciertas zonas de Los Ángeles deberán permanecer en sus hogares desde las 8 p.m. hasta las 6 a.m., y la alcaldesa anticipa que esta medida se extenderá por varios días.
Estas manifestaciones han sido calificados por Bass como “significativos” en términos de vandalismo y violencia. Sin embargo, no solo Los Ángeles fue escenario de estas protestas; la indignación se replicó en al menos dos docenas de ciudades, incluyendo Chicago y Nueva York, donde miles de personas marcharon en contra de ICE y Trump.
El descontento alcanzó un nivel superior tras la decisión de un juez federal de California, quien se negó a emitir una orden de restricción sobre el uso de la Infantería de Marina y la Guardia Nacional en actividades de control migratorio. A pesar de las advertencias de varios líderes demócratas que argumentaban que las fuerzas locales podían manejar la situación, el despliegue militar solo avivó aún más el fuego de la protesta.
Trump, mientras tanto, no ha perdido oportunidad para criticar a la ciudad, refiriéndose a ella como “un basurero” durante un reciente discurso en Fort Bragg. Con estas palabras, el presidente promete “liberar” a Los Ángeles de lo que él considera un caos.