Por larespuestacl 
En un giro inesperado, el Presidente Gabriel Boric se dirigió a la comisión investigadora encargada de estudiar la polémica compraventa de la casa del exmandatario Salvador Allende, que tuvo lugar entre 1970 y 1973. En una carta extensa, conformada por siete párrafos, Boric expone su versión respecto a su involucramiento en la adquisición del inmueble, argumentando que su papel fue limitado a la decisión inicial y a la firma del decreto correspondiente.
“Desde la naturaleza de mi función, mi rol en el proceso de adquisición de la casa del presidente Allende fue acotado”, afirmó el Jefe de Estado, dejando claro que no tenía conocimiento de las potenciales inhabilidades constitucionales que podrían haber afectado la transacción. Sin embargo, tras recibir información sobre las implicancias de la compra, Boric indicó que tomó medidas inmediatas, instruyendo un detenido examen de la situación para detener el proceso.
El presidente también enfatizó la responsabilidad política de la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, quien, según Boric, era clave en la ejecución de la compra y que actualmente enfrenta un sumario administrativo en busca de establecer otras posibles responsabilidades.
Ante estas afirmaciones, el presidente de la comisión, el diputado Andrés Longton del partido Renovación Nacional, ha expresado escepticismo. Longton considera que es “poco creíble” que el Presidente haya estado ajeno a los hechos, sugiriendo que podría existir un pacto de silencio dentro del Gobierno para proteger a ciertos involucrados. Esto añade una capa de complejidad al asunto, que ha captado la atención del público y de los medios.
La situación actual ha llevado a la comisión a preparar un informe que será presentado a la Sala de la Cámara Baja, muy esperado en el contexto de la política chilena actual.