Un reciente escándalo ha sacudido a Chile, revelando que más de 25 mil funcionarios públicos viajaron al extranjero mientras estaban bajo licencias médicas. Según encuestas, el 96% de la población está al tanto de esta situación. A pesar de que las licencias médicas están destinadas a la recuperación de salud, un 82% considera que quienes las poseen no deberían poder viajar fuera del país.
Las opiniones varían según la situación médica del individuo. Por ejemplo, el 75% cree que una persona con una enfermedad terminal debería tener la libertad de viajar, mientras que solo el 44% apoya esta idea en el caso de problemas de salud mental, así como para aquellos en estrés laboral o en pre y postnatal.
Las repercusiones del escándalo han sido claras: el 92% de los encuestados opina que los funcionarios que abusaron de sus licencias deben devolver los dineros, un 88% considera que deben ser despedidos por faltas graves a la probidad, y un 74% sugiere que deberían enfrentar demandas penales. Este descontento se ve reflejado en la aprobación de la gestión del Presidente Gabriel Boric, que se encuentra en un 34%, con un 61% en desaprobación.
Es revelador también que el 80% de la población percibe que el mal uso de licencias médicas es un fenómeno común tanto en el sector público como privado.