El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha anunciado el inminente despliegue de misiles hipersónicos de fabricación rusa Oreshnik en su territorio, con una fecha límite que se extiende hasta finales de 2025. Este acuerdo, que refuerza la alianza militar entre Minsk y Moscú, fue sellado con su par ruso, Vladimir Putin, a finales de abril.
Los Oreshnik, que representan un nuevo modelo de proyectiles de medio alcance, fueron sometidos a pruebas exitosas en noviembre de 2022. Desde entonces, Lukashenko ha estado presionando para que este arsenal sea instalado en Bielorrusia. Su insistencia en este armamento viene en respuesta a los ataques que ha sufrido la región por parte de Ucrania, los cuales involucraron misiles de largo alcance proporcionados por Estados Unidos y el Reino Unido. Las provincias de Kursk y Briansk han sido particularmente afectados, lo que justifica, según Minsk, la necesidad de reforzar su defensa.
Este desarrollo genera preocupaciones en el contexto de la guerra en Ucrania, ya que podría significar un escalonamiento en la tensión regional al vincular más estrechamente a Bielorrusia con las operaciones militares rusas. La continua evolución de la situación geopolítica en Europa del Este sugiere que la paz en la región permanece frágil y cada vez más dependiente de decisiones estratégicas como esta.