El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha generado revuelo al visitar a Cristina Fernández, quien cumple prisión domiciliaria desde junio. Este encuentro, que tuvo lugar en el hogar de la expresidenta argentina, fue previamente autorizado por la Justicia, gracias a un permiso que los abogados de Fernández solicitaron.
Lula, quien asistía a la cumbre semestral de mandatarios del Mercosur, se desplazó directamente desde la Cancillería argentina hasta el apartamento donde Cristina se encuentra bajo vigilancia. La exmandataria, condenada a seis años por irregularidades en la concesión de obras durante su mandato, ha visto restringidas sus visitas a un grupo específico de personas.
Este es el primer viaje de Lula a Argentina desde que Javier Milei asumió la presidencia en diciembre de 2023 y la visita ha levantado muchas especulaciones sobre el futuro político de ambos líderes. La relación entre ellos ha sido históricamente cercana, marcando un punto de solidaridad en tiempos difíciles.
Es importante señalar que Cristina Fernández, desde su arresto domiciliario, debe usar una tobillera electrónica, controlando así sus movimientos. Esto la convierte en una figura aún más intrigante en el escenario político argentino, especialmente con las nuevas dinámicas trazadas por la administración Milei.
Mientras tanto, Lula da Silva continúa desempeñando un rol activo en el Mercosur, y su reciente visita podría tener repercusiones en las relaciones políticas de la región. Este gesto de apoyo podría ser interpretado como un desafío a la nueva administración de Milei, destacando las tensiones políticas que perduran en el sur del continente.