Por larespuestacl 
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido llevar su desacuerdo con la prensa a un nuevo nivel durante este viernes, al demandar a Dow Jones y News Corp, responsables del The Wall Street Journal, tras la publicación de una historia incómoda para él. La demanda se centra en una carta de cumpleaños que Trump envió en 2003 a Jeffrey Epstein, un conocido pederasta cuyo nombre ha sido fuente de controversia desde su muerte en 2019.
La mencionada carta incluye descripciones subidas de tono que, según el Journal, reflejan la amistad entre Trump y Epstein. Ante las acusaciones, Trump respondió de inmediato calificando la misiva como falsa y anunció que emprendería acciones legales contra el medio y su propietario, Rupert Murdoch. Este movimiento, sin precedentes durante su mandato presidencial, podría estar realmente motivado por su deseo de reprimir cualquier información que perjudique su imagen.
Además, en una maniobra que el analista político podría considerar orquestada, la fiscal Pam Bondi solicitó al juez la desclasificación de documentos relacionados con el caso Epstein, en un intento por calmar a sus seguidores y en respuesta al revuelo tras las conclusiones del Departamento de Justicia.
Trump busca una indemnización de “al menos 10.000 millones de dólares” por lo que considera un daño a su reputación. Lo curioso aquí es que, a pesar de su vasta experiencia demandando medios, la batalla contra el Journal se presenta como un reto significativo, ya que el libelo es una acusación difícil de probar en Estados Unidos.
La carta, que se presume contiene lenguaje inapropiado y dibujos de desnudos, no solo ha reavivado viejas polémicas sobre Epstein, sino que también ha comenzado a generar división dentro del Partido Republicano. En suma, este duelo en los tribunales derrota cualquier expectativa de que Trump se aleje de sus tácticas de intimidación hacia el periodismo crítico.