El gremio de Pescadores Industriales del Biobío ha alzado la voz y denuncia ante la Seremi de Salud Metropolitana a cuatro marcas masivas por la supuesta venta de jurel falso en sus conservas. Coliseo, Barquito, Novamar y Acuenta estarían comercializando productos que en realidad no contienen el pescado que conocen los consumidores, sino un sustituto importado desde China. Esta denuncia podría tener repercusiones serias en la industria alimentaria chilena.
La presidenta del gremio, Macarena Cepeda Godoy, sostiene que las etiquetas engañosas han llegado a supermercados, almacenes de barrio e incluso a comedores escolares administrados por el Estado. Dos estudios científicos respaldan esta acusación. Uno, realizado por el Laboratorio 5M, y otro por el Laboratorio de Fisicoquímica y Microbiología DICTUC, han coincidido en que el pescado importado no se puede asociar al verdadero jurel chileno (Trachurus murphyi), sino a otras especies como caballa o sardina.
El estudio del DICTUC, que examinó 200 muestras, reveló diferencias significativas en parámetros como el grosor de la columna y el color, lo que podría sugerir la mezcla de distintas especies en un solo tarro. “La evidencia científica que entregamos busca transparentar la información al consumidor”, afirmó Natalia Morales, jefa de la unidad de fisicoquímica del DICTUC.
Esta alarmante situación afecta a millones de chilenos, ya que se estima que alrededor de 30 millones de latas vendidas como jurel en el país en realidad no lo son. Cepeda Godoy advirtió sobre la competencia desleal que esto representa para las empresas que procesan el pescado chileno con estándares de sostenibilidad y que generan empleo en las comunas costeras.
La denuncia se basa en tres infracciones al Reglamento Sanitario de Alimentos, incluyendo la obligación de indicar la verdadera naturaleza de los productos y la prohibición de comercializar alimentos adulterados. “Buscamos que el ‘Jurel chino’ sea etiquetado correctamente y que sus valores nutricionales se informen claramente”, declaró Mario Tapia, abogado del caso.