Lluvias, nieve y frío extremo. Exactamente un mes antes de que termine el invierno, este finalmente dejó ver su intensidad, con fenómenos climatológicos que habían estado esquivos durante casi toda la temporada.
Los modelos y pronósticos para la Región Metropolitana anticipaban un episodio de lluvia “normal a moderado” entre el jueves y viernes. De hecho, la estación Quinta Normal de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) registró 21,1 mm durante el primer día de este frente de precipitaciones, aunque se necesitan alrededor de 35 milímetros más para alcanzar los niveles normales de agua caída para este mes.
Sin embargo, las bajas temperaturas fueron el verdadero protagonista, cubriendo parte de la ciudad de blanco tras intensas lluvias. Hasta ahora, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) contabiliza dos personas damnificadas en la Región de O’Higgins, 138 aislados en La Araucanía y seis albergados en Coquimbo y Valparaíso. Adicionalmente, 96 viviendas han sufrido daños menores.
El clima ha complicado el tránsito en múltiples rutas. En Olmué, el tránsito se interrumpió debido a acumulaciones de nieve, y varias rutas en la zona central han sido cerradas como medida preventiva. Los pasos fronterizos también han suspendido operaciones debido al mal tiempo.
Un frío histórico se asoma para el sábado. Se pronostican temperaturas mínimas que podrían romper récords, hasta -3 °C en Santiago. Este fenómeno está asociado a una helada proveniente del polo sur, generado por un núcleo de alta presión, lo que explica las copiosas nevadas en zonas montañosas.
Ante las condiciones climáticas extremas, el Ministerio de Desarrollo Social ha activado el Código Azul para varias comunas, abriendo albergues y ofreciendo apoyo a personas en situación de calle. Aunque se espera que esta intensa ola de frío se disipe pronto, con temperaturas que podrían llegar a los 24 °C hacia la próxima semana, el invierno chileno finalmente ha mostrado su cara más dura.