En una reciente sesión extraordinaria del Parlamento turco, el Gobierno de Türkiye ha hecho un anuncio contundente al suspender por completo sus relaciones comerciales con Israel, en respuesta a lo que califica como ‘crímenes de guerra y genocidio’ en Gaza. El ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, enfatizó que la situación actual es ‘uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad’ y destacó que no se permitirá que naves israelíes atraquen en puertos turcos ni que la aviación israelí acceda a su espacio aéreo.
Esta medida refuerza la postura de Ankara, que ya había comenzado a tomar distancia de Tel Aviv desde el 2024. Fidan también subraya que cualquier plan que implique el desplazamiento forzado de palestinos desde Gaza es completamente inaceptable para Türkiye. La crítica hacia las acciones israelíes se extiende más allá de Gaza, abarcando a otros países como Líbano, Yemen, Siria e Irán, lo que sugiere una percepción de Israel como un ‘Estado terrorista’ que desafía el orden internacional.
No solo lo diplomático está en juego, sino también el ámbito militar. Türkiye ha presentado su nuevo sistema de defensa aérea, el ‘Steel Dome’, que busca rivalizar con el conocido ‘Iron Dome’ israelí. De acuerdo con los informes, este sistema está diseñado paraInterceptar drones, misiles y aeronaves y representa un avance significativo en la autonomía militar turca.
Con estas acciones, Türkiye no solo establece una nueva dinámica en sus relaciones con Israel, sino que también busca posicionarse como un líder en defensa aérea dentro de un contexto geopolítico en constante evolución. ¿Podría este movimiento cambiar el equilibrio de poder en la región?