Este domingo, más de 14 millones de bonaerenses se preparan para elegir a sus nuevos diputados y senadores provinciales para el periodo 2025-2029, en una jornada marcada por la importancia política que conlleva. Esta elección, que por primera vez se lleva a cabo de manera separada de la contienda nacional, promete ser un punto de inflexión para el futuro del gobernador Axel Kicillof y del bloque oficialista, conocido actualmente como Unión por la Patria y que pasará a denominarse Fuerza Patria.
El oficialismo necesita reforzar su presencia en la Legislatura, donde se renovarán 46 bancas en la Cámara de Diputados, una necesidad vital para asegurar los últimos años de gestión de Kicillof. Con un peronismo que hoy ostenta 37 escaños, se enfrenta al desafío de negociar con diversas facciones de la oposición, entre ellas, la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO, y otras agrupaciones como Frente de Izquierda y los Trabajadores.
La situación es similar en el Senado, donde el peronismo controla 21 bancas, lo que también requiere de la colaboración de bloques opositores para avanzar con sus proyectos. Este escenario plantea una batalla por el control en varias secciones estratégicas: Primera, Cuarta, Quinta y Séptima serán claves en los resultados.
Con figuras políticas relevantes buscando reelección y nuevos actores emergiendo en la contienda, la elección se presenta como una oportunidad decisiva para repositionarse de cara a las futuras elecciones del 2027. Más que simple renovación, lo que está en juego es el destino político de una de las provincias más importantes del país.