Por larespuestacl 
En un interesante giro de eventos, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, visitaron el Muro de los Lamentos en Jerusalén este domingo. Durante esta visita, Netanyahu afirmó que la relación entre ambos países “nunca ha sido tan fuerte”, un aplauso a la administración de Donald Trump y a la política exterior estadounidense.
El Muro de los Lamentos, el sitio más sagrado para el judaísmo, fue testigo de un momento de solemnidad. Rubio, portando una kipá, se unió a Netanyahu en una oración, dejando sus deseos entre las piedras, un gesto profundamente simbólico. Sin embargo, las tensiones no tardaron en fluir: mientras los hombres tenían acceso a una sección del Muro, las mujeres periodistas se vieron obligadas a observar desde una distancia prudencial, un recordatorio de las divisiones de género en este entorno sagrado.
La visita de Rubio se produce en un momento en que la política de Medio Oriente es aún más volátil, con un ataque reciente israelí que buscaba eliminar a altos mandos de Hamás en Catar. Aunque no se ha pronunciado al respecto, la importancia de su presencia se refleja en el contexto actual de la alianza estratégico entre ambos países.
Además, se espera que Rubio sostenga más reuniones con Netanyahu, mientras que 250 legisladores estatales estadounidenses también harán su aparición en Israel esta semana. En el trasfondo, un homenaje se llevará a cabo en Jerusalén para honrar al comentarista conservador Charlie Kirk, lo cual añade aún más complejidad a un programa térmico y cargado de simbolismos.