Recientemente, las afirmaciones del presidente estadounidense Donald Trump sobre el paracetamol han causado revuelo, sugiriendo que su uso durante el embarazo podría estar relacionado con un mayor riesgo de autismo. Sin embargo, la comunidad científica ha salido al paso de estas declaraciones, enfatizando que no existen pruebas sólidas que respalden tal afirmación.
En una comparecencia en la Casa Blanca, Trump afirmó: “Consumir Tylenol (marca comercial del paracetamol) durante el embarazo puede estar asociado a un mayor riesgo de autismo” y recomendó que las mujeres limiten su uso. Denominó la situación de autismo en EE.UU. como una “crisis horrible”.
Sin embargo, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos rápidamente desmintió esta idea, manifestando que el paracetamol es seguro y que las enfermedades tratadas durante el embarazo presentan mayores riesgos que cualquier amenaza teórica del medicamento. El Dr. Steven J. Fleischman, presidente de la organización, reafirmó este punto en un comunicado.
Además, un estudio reciente en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA), que abarcó datos de 2,4 millones de nacimientos entre 1995 y 2019, concluyó que no existe relación alguna entre el uso de paracetamol y el riesgo de autismo, TDAH o discapacidad intelectual
La profesora Monique Botha, de la Universidad de Durham, también cuestionó la correlación entre el paracetamol y el autismo, argumentando que “no hay pruebas sólidas ni estudios convincentes” que la respalden.
En resumen, las afirmaciones de Trump sobre la relación entre el paracetamol y el autismo no están sustentadas por la ciencia. Por lo tanto, es fundamental mantenerse informado y tomar decisiones basadas en evidencia.