Integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos y Socialistas de México (FECSM) protagonizaron una manifestación explosiva ayer en Iguala, Guerrero, al lanzar bombas molotov y quemar tres camionetas frente al Palacio de Justicia, en el marco del once aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Pasadas las 16:00 hora local, un grupo de manifestantes, tras descender de 13 autobuses, se congregó en las instalaciones judiciales donde se encuentran videos clave que podrían esclarecer los sucesos de esa fatídica noche del 26 y 27 de septiembre de 2014. El grupo intentó derribar el perímetro del edificio, utilizando camionetas de la empresa Marinela para facilitar su acceso.
En un acto de desesperación, y sin la presencia de autoridades que pudieran controlar la situación, los protestantes lanzaron cohetones hacia el interior del Palacio, mientras que al exterior, las llamas devoraban los vehículos incendiados, generando un denso humo.
Este vandalismo, según los miembros de la FECSM, es una respuesta a la falta de justicia en uno de los casos de violación a derechos humanos más notorios del país. La insistencia en la entrega de los videos del 26 y 27 de septiembre es un punto clave de su lucha, especialmente tras la reciente detención de la magistrada Lambertina Galeana Marín, quien estaba al frente del Tribunal Superior de Justicia.
Paralelamente, familiares de los 43 normalistas llevaron a cabo un mitin en memoria de las víctimas, incluyendo a Julio César Mondragón, quien fue asesinado y torturado. Melitón Ortega, vocero de los padres y madres, enfatizó el carácter de ‘terrorismo’ de la injusticia persistente y se dirigió a la presidenta Claudia Sheinbaum, afirmando que sus actos son de hartazgo ante la impunidad.