En un giro inesperado, altos representantes de Estados Unidos, Qatar y Turquía se reunieron en Egipto para discutir la posibilidad de una tregua duradera entre Israel y Hamas. Este tercer día de negociaciones indirectas está marcado por un optimismo cauteloso, a medida que las partes presentan una lista de rehenes que podrían ser liberados en un futuro acuerdo de paz.
La delegación estadounidense, liderada por Steve Witkoff y Jared Kushner, llegó a Sharm el-Sheikh en medio de un ambiente tenso, pero esperanzador. Al mismo tiempo, figuras del gobierno qatarí y turco, incluyendo al primer ministro Mohammed bin Abdulrahman Al Thani y el jefe de inteligencia Ibrahim Kalin, brindaron su apoyo a las conversaciones en curso.
El hecho de que Hamas haya intercambiado información sobre los rehenes añade un nuevo nivel de complejidad al proceso, que busca un acuerdo impulsado por una propuesta de paz del presidente Donald Trump. Según informes, el grupo terrorista está demandando la liberación de prisioneros palestinos como parte del trato, levantando la apuesta en unas negociaciones que continúan siendo volátiles.
Mientras tanto, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha afirmado que el progreso es significativo, aunque los temas centrales relacionados con el desarme de Hamas y la retirada de tropas israelíes aún deben resolverse. En medios internacionales, surge la crítica sobre la falta de compromiso del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu con el plan de Trump, enfocado más en su supervivencia política que en la estabilidad regional.
En un contexto de creciente tensión, el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, ha continuado sus visitas provocativas a lugares sagrados, desafiando los acuerdos históricos y aumentando la división. Por su parte, Hamas describió estas acciones como provocaciones deliberadas.
A medida que las negociaciones avanzan, el mundo observa con expectativa si finalmente se logrará un alto el fuego que traiga paz a una región que ha sufrido demasiado.