Un cabo primero de Carabineros, en servicio activo, se encuentra bajo la lupa tras ser acusado de integrar una banda criminal que se hacía pasar por funcionarios para cometer violentos asaltos y ‘quitadas de droga’. Esta información fue revelada por un reportaje de CHV Noticias.
La trama se destapó gracias a un asalto frustrado que ocurrió el pasado 18 de enero en Peñalolén, donde cinco individuos, vestidos con uniformes de Carabineros, intentaron hacerse pasar por policías para ingresar a una vivienda y realizar un procedimiento. No obstante, la astucia del dueño de casa logró evitar el asalto, al alertar a las autoridades sobre la situación.
Los delincuentes, al percatarse de que habían sido descubiertos, huyeron del lugar. Durante su escape, dispararon contra patrullas policiales reales, abandonando su furgón en La Florida. En el vehículo se encontraron armas y vestimentas institucionales que levantaron las sospechas sobre la verdadera naturaleza de estos sujetos.
La investigación profundiza en el papel del cabo primero Lucio Orellana Ibáñez, quien trabaja en la subcomisaría de Requínoa, región de O’Higgins. Se ha revelado que el uniformado gestionaba licencias médicas falsas para ausentarse de sus funciones y participar en los delitos. Además, utilizaba el sistema interno AUPOL, reservado exclusivamente para funcionarios policiales, para obtener datos de las potenciales víctimas y compartirlos con sus cómplices.
El Ministerio Público ahora se encuentra investigando si existe más personal de Carabineros involucrado en esta estructura delictual organizada, ya que los análisis de los mensajes y registros telefónicos revelan una red de complicidad.

