Por larespuestacl 
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha hecho un llamado a la unidad entre las diversas autoridades para combatir de manera efectiva el crimen organizado. Esta declaración surge tras una operación policial en dos áreas de favelas en el norte de Río de Janeiro, que ha dejado un trágico saldo de más de 120 muertos.
Lula expresó en su cuenta de X que “no podemos aceptar que el crimen organizado continúe destruyendo familias”. Su mensaje se dio después de una reunión con su gabinete en el Palacio de la Alvorada, donde se analizó la situación en los barrios de Penha y Alemao. El presidente indicó que ha instruido al ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, y al secretario general de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, para que se desplacen a Río y colaboren con el gobernador, Cláudio Castro.
Durante su discurso, Lula subrayó la necesidad de “trabajar de manera coordinada” para desmantelar el crimen organizado sin poner en peligro a civiles y policías. Este compromiso se enmarca dentro de una reforma de la ley de seguridad que busca promover una actuación conjunta de todas las fuerzas policiales y que lleva en el Congreso desde abril.
El saldo de la operación más mortífera en la historia del estado, que afectó al Comando Vermelho, ha generado un balance de 121 muertos, incluyendo cuatro policías. En un giro dramático, vecinos de los barrios han comenzado a recoger cuerpos apilados en las calles, contraviniendo las cifras iniciales que hablaban de al menos 60 fallecidos.
En respuesta a esta alarmante situación, Lula ha sancionado una nueva ley que refuerza la lucha contra el crimen organizado, endureciendo las penas de prisión para aquellos que obstruyan investigaciones o atenten contra involucrados en ellas. Esta normativa, considerada un avance en la coordinación del estado brasileño, también se aplicará a los detenidos durante la reciente operación policial.