Por larespuestacl 
El viernes 4 de julio, Brasil fue el escenario del décimo encuentro anual del Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS. En este evento, Dilma Rousseff, presidenta de la institución, abordó temas cruciales para el futuro de las economías del Sur Global. Rousseff reivindicó “el derecho y la capacidad de las naciones del sur global para definir sus propios caminos de desarrollo”, en un contexto donde el unilateralismo está en aumento.
La exmandataria brasileña no escatimó críticas hacia el uso de tarifas y sanciones como herramientas de poder, haciendo eco a las recientes políticas del Presidente de EE. UU., Donald Trump. Para Rousseff, el sistema financiero internacional padece de asimetrías que agravan la situación de los países menos favorecidos, resaltando que los BRICS no son meros receptores de un crecimiento impuesto.
Rousseff propuso un escenario de mayor cooperación, argumentando que la finalidad no es sustituir las instituciones existentes, sino ofrecer un camino alternativo para el desarrollo. En un llamado a la acción, instó a los países BRICS a abordar la emergencia climática con determinación y solidaridad, declarando que la próxima década será clave.
Desde la perspectiva de Lula da Silva, Presidente de Brasil, el Nuevo Banco de Desarrollo ha sido fundamental en la financiación de proyectos alineados con las prioridades nacionales. Con más de 120 proyectos aprobados por un valor total de 40 mil millones de dólares, el banco ha puesto énfasis en la energía limpia y la sostenibilidad.