Minutos de alta tensión se vivieron en el centro de Santiago cuando el alcalde Mario Desbordes tuvo un encontrón con vecinas afectadas por un incendio que obligó a evacuar a más de 200 personas en un edificio cercano a la Plaza de Armas. Las llamas, que consumieron el inmueble el pasado jueves, han dejado a los residentes preocupados por su futuro y por la denuncia de robos que surgieron tras la emergencia.
A cuatro días del suceso, las autoridades aún investigan las circunstancias que rodearon el incendio, particularmente en relación a las bodegas clandestinas que operaban en el lugar. En este contexto de incertidumbre, el alcalde se encontró en el frontis del edificio, donde se desató un tenso intercambio verbal.
Mientras Desbordes conversaba con el programa de televisión “La Tarde es Nuestra” de Canal 13, un grupo de mujeres se acercó para reprocharle por la falta de fiscalizaciones. “¡Todos sabían lo que estaba pasando!”, exclamó una de las vecinas, desatando la molestia del alcalde, quien replicó con una defensa enérgica.
Las vecinas no tardaron en gritarle “¡mentiroso!”, reclamando que a pesar de sus avisos previos sobre la situación irregular en el subterráneo del edificio, no hubo acción por parte de la administración. Según una de las afectadas, la percepción de que la situación fue minimizada era evidente: “¡Se hicieron los huevones! Esa es la verdad”.
Desbordes, por su parte, aseveró que aunque se estaban realizando esfuerzos para identificar bodegas irregulares antes del incendio, no se habían recibido denuncias específicas sobre las instalaciones que finalmente provocaron la emergencia. La incertidumbre sobre el origen del fuego solo agrega leña al fuego en un escenario ya supercargado de tensiones.