Por larespuestacl 
En un preocupante giro de los acontecimientos, numerosas oenegés ucranianas han alzado la voz contra lo que consideran una “persecución política” hacia Vitali Shabunin, un prominente activista anticorrupción y cofundador del Centro contra la Corrupción. Esta situación ha generado un clamor hacia el presidente Volodímir Zelenski para que se pronuncie al respecto.
La polémica se desató cuando el 11 de julio, la Oficina Estatal de Investigaciones realizó varios registros en las residencias de Shabunin, quien actualmente se encuentra bajo la acusación de evadir sus deberes como militar. Sin embargo, es importante destacar que Shabunin se alistó de manera voluntaria al inicio del conflicto y continúa sirviendo en el Ejército, aunque también dedica tiempo a su labor como activista.
El diario Kyiv Independent ha publicado un editorial en el que advierte que “la democracia ucraniana está en riesgo de sufrir un retroceso al estilo del de Rusia”. Este desacuerdo se intensifica por las críticas de Shabunin hacia figuras clave del gobierno de Zelenski, como Andrí Yermak, jefe de gabinete, y Oleg Tatárov, por su aparente resistencia a implementar las reformas necesarias en el sistema de justicia.
Además, ha señalado que el Ministerio de Defensa está fallando en su papel de garantizar eficiencias en la adquisición de armamento, un punto crucial dado el contexto bélico actual. Según informes, el objetivo principal de las redadas era requisar el teléfono del activista.
La carta abierta, firmada por 57 organizaciones de la sociedad civil, subraya que una prolongada campaña de descrédito en canales de Telegram precedió a estos registros, haciendo un llamado para que la Fiscalía inicie una investigación interna sobre los posibles abusos en el proceso. La pregunta que queda en el aire es si este movimiento marcará un punto de inflexión en la lucha por la transparencia y el Estado de derecho en Ucrania.