Por larespuestacl 
Los nuevos reveses en el caso ProCultura han dejado a la alianza gobernante de Gabriel Boric tambaleándose justo antes de las primarias del 29 de junio. A pesar de que los partidos han intentado desvincularse del escándalo asegurando que está en manos de la justicia, la controversia protagonizada por el psiquiatra Alberto Larraín, amigo del presidente, ha generado un gran descontento en el oficialismo.
Carolina Tohá, candidata presidencial de Socialismo Democrático, se pronunció sobre el asunto, advirtiendo que las especulaciones políticas no contribuyen a la búsqueda de justicia y que es fundamental dejar que las instituciones actúen de manera autónoma. Sin embargo, sus comentarios, surgidos de manera espontánea durante una actividad del Día de la Madre, parecieron contrastar con el apoyo incondicional mostrado por otros candidatos hacia Boric.
Jeannette Jara, del Partido Comunista, se alineó con la defensa del mandatario, subrayando su honestidad y pidiendo prudencia a la oposición. Por otro lado, el Frente Amplio reaccionó oficialmente denunciando el posible espionaje y defendiendo su independencia financiera, insistiendo en que todas sus cuentas han sido revisadas por el Servel.
Constanza Martínez, presidenta del Frente Amplio, afirmó que la justicia debe actuar libremente, pero también destacó la importancia de proteger las garantías constitucionales, sugiriendo prácticas sistemáticas de espionaje que amenazan la democracia. Gonzalo Winter, otra figura clave del partido, se adhirió a esta narrativa, enfatizando que el caso ProCultura debe ser investigado a fondo.
Por si fuera poco, la reciente encuesta Cadem revela un preocupante 70% de desaprobación hacia Boric, lo que también podría influir considerablemente en la participación ciudadana en las primarias. En este contexto, la estrategia del oficialismo se pone a prueba, y se generan tensiones internas sobre cómo enfrentar esta crisis a tan pocos días de la votación.