El economista y Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, no es bien recibido por el gobierno argentino actual. En declaraciones recientes, Stiglitz advirtió que Argentina está “en la puerta de otra crisis”, cuestionando el optimismo del presidente Javier Milei. Como si eso no fuera suficiente, el economista criticó el nuevo préstamo de US$ 20 mil millones que el país ha solicitado al FMI, aludiendo que no serán capaces de pagarlo.
La respuesta del gobierno fue rápida y contundente, de la mano de José Luis Daza, secretario de Política Económica y excolaborador de José Antonio Kast. Daza descalificó a Stiglitz, alegando que “nadie en el mundo macro toma en serio” sus aportes y recordando que el Nobel ganó el premio por trabajos en un área muy específica de microeconomía.
En un tuit, Daza enfatizó que “en macroeconomía, su récord es payasesco”, y refirió a una crítica anterior donde acusaba a Stiglitz de tener un “historial catastrófico” en la macroeconomía de América Latina. Daza se atrevió a mencionar que el economista respaldó a Hugo Chávez y a Dilma Rousseff, quienes, según su opinión, desencadenaron enormes crisis económicas en sus respectivos países.
Las palabras de Daza no solo fueron un ataque a Stiglitz, sino que también reflejan el nerviosismo que existe en la administración de Milei frente a las críticas internacionales. La cobertura mediática de este intercambio fue amplia, con medios como La Nación, Clarin e Infobae replicando la controversia.
Este enfrentamiento es sólo una muestra de las tensiones políticas y económicas que enfrenta el gobierno argentino, mientras intenta encontrar su camino en medio de la incertidumbre global.