La ministra de Defensa, Adriana Delpiano (PPD), ha condenado enérgicamente la detención de tres cabos del Ejército por estar involucrados en un escándalo de tráfico de drogas en Puerto Aysén. La Fuerza Armada se encuentra en la mira tras el descubrimiento de más de 11 kilos de sustancias ilícitas recogidas por estos militares durante una entrega vigilada en una oficina de Chilexpress.
El Ministerio Público y la Brigada Antinarcóticos de la PDI efectuaron las detenciones el domingo, y se espera que los aprehendidos, junto a un civil, sean formalizados por este grave delito. En su cuenta de X, Delpiano calificó el incidente como “completamente inaceptable” y subrayó que ha mantenido comunicación con el comandante en jefe del Ejército, general Javier Iturriaga, quien se comprometió a colaborar con la investigación.
Este hecho ha provocado que el diputado Andrés Jouannet (Amarillos por Chile) solicite una nueva citación a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados. Según Jouannet, este es el tercer caso de tráfico de drogas que involucra a las Fuerzas Armadas en los últimos meses, destacando la gravedad de la situación que afecta la seguridad nacional.
En respuesta, la IV División de Ejército ha emitido un comunicado rechazando la conducta de los detenidos y reafirmando su compromiso con la legalidad. La división castrense asegura que colaborará plenamente con las autoridades en la investigación.
Este nuevo escándalo añade presión sobre el gobierno y plantea interrogantes sobre la penetración del crimen organizado en las fuerzas armadas. Con 11 kilos de drogas en juego, la preocupación por la seguridad y el Estado de Derecho se agudiza en el país.