En un episodio que ha dejado a todos boquiabiertos, el Club Atlético Independiente ha hecho acusaciones graves contra la Universidad de Chile, señalando que la institución sería responsable de sembrar violencia en su propio estadio durante un partido de la Copa Sudamericana.
Según el informe, los incidentes han sido de tal magnitud que incluyen la destrucción de instalaciones y agresiones a trabajadores del recinto, además del lanzamiento de proyectiles. La situación escaló a tal punto que Independiente tomó la decisión de solicitar la suspensión del partido, sin embargo, a pesar de su solicitud, el juego continuó, lo que ha generado aún más indignación.
Independiente ha resaltado la dignidad y el coraje de sus socios y empleados frente a tales adversidades, asegurando que se comprometen a identificar y expulsar a los responsables de estos actos violentos. Este hecho plantea interrogantes sobre la seguridad en los eventos deportivos en Chile y las medidas que deben implementarse para garantizar la tranquilidad tanto de asistentes como de trabajadores.