Por larespuestacl 
En un giro inesperado que ha agitado aún más las aguas políticas en Tailandia, el Tribunal Constitucional destituyó a la joven primera ministra Paetongtarn Shinawatra. El dictamen, basado en una polémica llamada telefónica con el exlíder camboyano Hun Sen, la encontró culpable de violaciones éticas. Paetongtarn, quien asumió el cargo en agosto de 2024, solo tuvo un año en el poder antes de enfrentar este estrepitoso final.
La llamada, que se filtró y se volvió viral, expone a Paetongtarn llamando “tío” al ex primer ministro camboyano y sugiriendo estar dispuesta a satisfacer su “deseo” en medio de tensiones fronterizas. Un fallo de 6 a 3 del tribunal afirmó que carecía de las calificaciones necesarias según la Constitución, y que no demostró la honestidad e integridad exigidas para su cargo.
La reacción en Tailandia es comprensible, dado el fervor nacionalista que se intensificó debido a los conflictos fronterizos, exaltando así la notable fragilidad en la política tailandesa. Tras el incidente, Tailandia vivió un conflicto que dejó un saldo de al menos 38 muertos y cientos de miles desplazados.
Enfrentada a este desgaste político, Paetongtarn se disculpó, argumentando que sus comentarios eran una táctica negociadora. Sin embargo, la crisis no solo afecta su carrera, sino que también podría alterar el panorama para la influyente familia Shinawatra, que ha dominado la política tailandesa durante más de dos décadas.
Con el futuro de su gobierno en el aire, Pheu Thai deberá nominar a un nuevo candidato para enfrentar al parlamento. Si no logra hacerlo, se abrirá el camino hacia nuevas elecciones, una perspectiva que podría desestabilizar aún más al partido.