Por larespuestacl 
El Gobierno francés ha tomado una decisión drástica: a partir del 1 de septiembre, durante el regreso a clases, los teléfonos celulares estarán oficialmente prohibidos en las escuelas. La ministra de Educación Nacional, Elisabeth Borne, confirmó esta medida, resaltando su objetivo de “garantizar que ningún estudiante de secundaria use su teléfono móvil dentro del establecimiento escolar”.
Borne argumenta que el uso de dispositivos móviles plantea serios problemas de salud pública y bienestar mental entre los jóvenes, destacando que actualmente, uno de cada cinco adolescentes presenta signos de malestar psicológico debido a la exposición excesiva a las pantallas. Esta inquietante estadística ha llevado al Ministerio a implementar un sistema conocido como “teléfono móvil en pausa”, el cual se establecerá gradualmente en todos los centros educativos públicos antes de que finalice el año.
La propuesta también incluye la confiscación de otros dispositivos electrónicos, como tabletas o relojes inteligentes, desde la entrada de los colegios, y cada institución será responsable de manejar la situación. El reglamento menciona que el uso de telefonía móvil puede afectar negativamente la concentración y la capacidad de escucha de los estudiantes, contribuyendo a un aumento de actos de indisciplina y disturbios en el aula.
La efectividad de esta medida fue testada el año pasado en algunos centros de manera experimental, reportando mejoras en el ambiente escolar y en la atención del alumnado. En caso de que algún estudiante incumpla la norma, se establecerán sanciones que incluirán desde actividades extra hasta confiscaciones del dispositivo o medidas disciplinarias más severas.