Un trágico suceso se ha desencadenado en Nepal donde, tras la apertura de fuego de la Policía contra manifestantes, al menos 17 personas han perdido la vida en protestas masivas en Katmandú. Los enfrentamientos estallaron debido a la decisión del Gobierno de bloquear las principales plataformas de redes sociales, como Facebook, X y YouTube, convirtiendo el conflicto en un nuevo capítulo de lucha por la libertad de expresión en el país.
La refriega comenzó cuando decenas de miles de personas se congregaron alrededor del Parlamento, enfurecidas por la prohibición de estas plataformas que el Gobierno justifica al exigir que sean registradas y gestionadas bajo sus normas. Los manifestantes, incluyendo a la ‘Generación Z’, han clamado unánimemente contra lo que consideran un intento de censura.
El clima de tensión se intensificó cuando la Policía antidisturbios se vio superada y optó por abrir fuego. La reacción del Gobierno no se hizo esperar; se impuso un toque de queda en áreas clave de la ciudad, mientras la situación se tornaba aún más volátil. Con estos acontecimientos, los defensores de los derechos humanos han levantado la voz, calificando la decisión gubernamental como un grave ataque a las libertades fundamentales.
Además, en un giro inesperado, el ministro del Interior, Ramesh Lekhak, renunció por ‘razones éticas’, lo que refleja el creciente descontento y las presiones que enfrenta el premiado K. P. Sharma Oli ante la creciente indignación pública. Mientras tanto, el debate sobre la regulación de las redes sociales en Nepal se vuelve cada vez más urgente, planteando interrogantes sobre la responsabilidad y la libertad en el uso de estas plataformas.