El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido trasladado de urgencia a un hospital en Brasilia, donde se encuentra bajo observación tras una serie de problemas de salud, según informó su hijo, el senador Flávio Bolsonaro. La situación se produce en un momento complicado para el líder ultraderechista, quien recientemente fue condenado a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado y enfrentará una considerable multa por comentarios racistas emitidos durante su mandato.
El ingreso al hospital ocurre horas después de que un tribunal de justicia brasileño dictara sentencia en su contra, lo que ha generado una oleada de críticas y reacciones tanto en el país como en el exterior. Bolsonaro, que ya había tenido que ser hospitalizado en varias ocasiones por problemas de salud desde el apuñalamiento sufrido en 2018, se enfrenta a su futuro político mientras permanece en arresto domiciliario, a la espera de la decisión del juez sobre el cumplimiento de su condena.
Mientras tanto, sus partidarios buscan establecer una ley de amnistía en el Congreso que le permita recuperar sus derechos políticos para participar en las elecciones de 2026. La combinación de sus problemas de salud y las desventajas políticas que enfrenta en este momento ponen de manifiesto una historia que, como el propio ex presidente podría decir, parece sacada de un guion de película.
En conclusión, la situación de Jair Bolsonaro refleja la fragilidad de su estado físico y político, y muchos se preguntan si este será un nuevo capítulo en su tumultuosa historia política o si simplemente se trató de una eventualidad de salud.