Por larespuestacl 
Este 25 de mayo, Venezuela se prepara para unas elecciones regionales que, bajo la sombra del fraude, traen consigo un trasfondo de división y desconfianza. Nicolás Maduro, cuyo mandato está marcado por cuestionamientos constantes, convoca a los venezolanos a las urnas en un acto que muchos aseguran es más de lo mismo.
La campaña no ha traído sorpresas, siguiendo el libreto conocido del chavismo: amenazas a opositores y acusaciones de complots. María Corina Machado, líder opositora, ha instado a la ciudadanía a no participar, argumentando que el fraude de las presidenciales de 2024 debería hacer que nadie se atreva a votar. Sin embargo, esta postura ha dividido a la oposición, donde figuras como Henrique Capriles han decidido asistir a la contienda, viendo el voto como una forma de protesta.
El domingo, se elegirán 1,114 cargos públicos, incluyendo 24 gobernaciones y 285 diputados a la Asamblea Nacional. A pesar de que sectores opositores cuestionan la legitimidad de estas elecciones, el partido Un Nuevo Tiempo se presenta como la única organización con candidatos habilitados, sumando un total de 62.
En un contexto de creciente apatía, la abstención se prevé alta, con encuestas indicando que cerca del 83.7% de los venezolanos no piensa votar, motivados por la desconfianza en el sistema electoral y la prolongada crisis económica. Además, la inclusión de candidatos para el Esequibo ha añadido más polémica a este evento.
Mientras el chavismo se aferra al poder, el debate sobre la participación de la oposición sigue abierto, y el futuro político de Venezuela podría depender de cómo se manejen estos comicios. Las urnas abrirán a las 7:00 a.m. del domingo, en un país cansado de promesas incumplidas y gobernantes cuestionados.