La búsqueda por la joven madre de 19 años, Krishna Aguilera, desaparecida y hallada sin vida, sigue arrojando nuevos y escalofriantes detalles sobre su conexión con el narcotraficante Cristóbal “Guatón” Beltrán.
Un reciente reportaje de Chilevisión expone que su hermana, Cristal Aguilera, declaró ante la Fiscalía que Krishna tenía una relación de confianza con Beltrán, e incluso trabajó en uno de sus narcobunkers, un mundo oscuro que la atrapó.
Cristal reveló que su hermana generaba grandes sumas de dinero a través del narcotráfico: “En cada punto diario que trabajaba, vendía 3 millones de pesos, ofrecía desde cocaína hasta drogas más peligrosas como el tusi”, afirmó. Este lucrativo trabajo la convirtió en rehén de un contexto delictivo del que fue difícil escapar. Mi hermana por 24 horas se venía con 300-400 mil pesos por un día trabajado de 24 horas. Por eso le costó tanto salir de ese círculo”, relató Cristal Aguilera.
Además, el reportaje menciona un episodio alarmante: Krishna alertó a su familia sobre un peligro inminente, lo que los llevó a mudarse, pero las sombras del narcotráfico seguían acechando. Su celular contenía información que la conectaba a un robo de drogas producto de las rivalidades que sostenía Beltrán, lo que le valió la desconfianza del narcotraficante.
El último contacto entre las hermanas reveló la desesperación de la joven. Krishna le pidió a Cristal que arrendara el departamento de su madre, no para vivir, sino para “hacerle un punto” a Beltrán, encendiendo las alarmas en su familia. Este fue un nuevo quiebre que llevó a su misteriosa desaparición el 4 de octubre, fecha en que su vida se apagó en circunstancias trágicas.

