La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó su compromiso con la defensa de la soberanía nacional y cerró la puerta a cualquier posible injerencia extranjera, en particular de agencias estadounidenses. En un claro mensaje, Sheinbaum destacó que tanto la Constitución como la Ley de Seguridad Nacional regulan de manera específica la presencia y operaciones de agentes foráneos en el territorio.
“La fuerza del Gobierno radica en la legitimidad que le otorga el pueblo, y eso nos blinda frente a cualquier intento de intervención,” declaró, explicando que la legislación vigente prohíbe las operaciones unilaterales de dichas agencias, a diferencia de los episodios vividos en administraciones anteriores.
Recordó que en los gobiernos de Felipe Calderón y Ernesto Zedillo se experimentó una dependencia interna de Estados Unidos. Durante el calderonismo, destacó el conocido operativo ‘Rápido y Furioso’, donde agentes estadounidenses operaban sin regulación en el país. “Hoy eso está completamente regulado y supervisado,” enfatizó.
Sheinbaum también recordó el golpe de Estado contra Francisco I. Madero en 1913, en el cual la injerencia del embajador estadounidense fue crucial. Aseguró que Madero, aunque un “apóstol de la democracia”, perdió apoyo popular por no atender demandas sociales, lo que dejó su gobierno vulnerable ante presiones externas. “No vamos a cometer ese error,” enfatizó.
Finalmente, reafirmó su propuesta de una relación cordial y respetuosa con Estados Unidos, advirtiendo, sin embargo, que “México no permitirá una relación de subordinación como en el pasado.”