Por larespuestacl 
Una vez más, la plaza frente al Congreso argentino se convirtió en el escenario de una masiva protesta multisectorial contra el gobierno de Javier Milei. Lo que comenzó como la habitual manifestación semanal de jubilados, se transformó este miércoles en una convocatoria amplia y diversa, donde confluyeron médicos, científicos, feministas, personas con discapacidad, estudiantes y trabajadores en general.
La consigna que los reunió fue clara y contundente: “Contra el ajuste y la crueldad”. Las inmediaciones del Parlamento fueron cercadas por fuerzas de seguridad. Mientras al interior del edificio los diputados debatían medidas directamente relacionadas con las demandas sociales, miles de manifestantes -muchos de ellos disfrazados como “eternautas”, un guiño simbólico a la popular serie y a la resistencia en tiempos oscuros- se reunieron para reclamar una mejora en las pensiones, el financiamiento de la salud y de la ciencia, y la protección de los derechos de las personas con discapacidad.
La movilización fue creciendo desde las primeras horas de la tarde, con columnas de ciudadanos de a pie sumándose de forma pacífica. La organización Abuelas de Plaza de Mayo también adhirió, destacando la necesidad de unir las luchas, al mismo tiempo que el colectivo Ni Una Menos decidió trasladar su tradicional marcha del 3 de junio a esta jornada, marcando su décimo aniversario acompañando a los sectores más golpeados por las políticas públicas del presidente libertario.
El reclamo central, sin embargo, sigue siendo el de los jubilados. En Argentina, el 63% de los retirados cobra la jubilación mínima, un ingreso que apenas roza la línea de pobreza, incluso con los bonos de refuerzo. En medio de la protesta, la Cámara de Diputados aprobó un aumento del 7,2% en las pensiones y en el bono jubilatorio, que pasará de $70 mil a $110 mil pesos argentinos, junto a la extensión de la moratoria previsional. No obstante, el gobierno de Javier Milei ya ha adelantado su intención de vetar estas medidas.
El contexto de recortes y conflictividad social ha llevado a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a intentar calmar la situación, aunque con críticas hacia la oposición. Por su parte, Milei ha mantenido su postura de que los recortes son necesarios para controlar la inflación.
Los sectores de salud y discapacidad han sido particularmente afectados. El Hospital Garrahan ha enfrentado crisis debido al desfinanciamiento, mientras que personas con discapacidad ven suspendidas sus pensiones tras auditorías gubernamentales. Además, empleados del CONICET se unieron a las protestas en defensa del presupuesto científico.
Así, el Congreso argentino continúa siendo el epicentro del debate político y social, mientras miles de voces se alzan contra políticas que parecen dejar a muchos en situaciones críticas.