Por larespuestacl 
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha calificado los recientes bombardeos de EE.UU. a instalaciones nucleares en Irán como una escalada peligrosa, advirtiendo sobre sustancias catastróficas para la humanidad. Esto ocurre en un contexto de creciente tensión entre Washington y Teherán, tras el bombardeo de tres ubicaciones clave: Fordo, Natanz e Isfahán.
Guterres instó a la desescalada del conflicto, reiterando que la paz es la única solución viable. La respuesta de Irán no se hizo esperar, con ataques a diversas áreas de Israel, lo que subraya el riesgo de un conflicto prolongado.
El titular de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, calificó las acciones como una violación flagrante de la ley internacional, afirmando que Irán se reserva el derecho a defender su soberanía. Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, aplaudió los ataques estadounidenses, resaltando la visión de la paz a través de la fuerza.
La respuesta internacional ha sido polarizada. Rusia y China condenaron los ataques, mientras que los Estados árabes, incluidos Arabia Saudita y Omán, pidieron moderación y una resolución diplomática a la crisis. Desde América Latina, líderes como Gabriel Boric de Chile han expresado su rechazo a las acciones de EE.UU., demandando el respeto por el derecho internacional.
A medida que la comunidad internacional reacciona a este escenario, se hace evidente que el conflicto entre EE.UU. e Irán se ha convertido en un nuevo punto de tensión global, con consecuencias potencialmente severas para la estabilidad de la región y del mundo.