La fiscal regional de Tarapacá, Trinidad Steinert, ha dado a conocer los detalles sobre cómo se logró desbaratar, junto a la PDI, el brazo financiero del Tren de Aragua en Chile. Este operativo ha destapado una compleja red de traspasos de dinero que requiere de mejores herramientas para su control.
Según Steinert, la primera etapa del funcionamiento de esta organización criminal implicaba el uso de ‘presta-cuentas’, donde individuos que no estaban involucrados directamente en delitos como la trata de personas o el tráfico de migrantes recibían dinero a cambio de un porcentaje de estos fondos malhabidos. Más adelante, estos dineros eran transferidos a sociedades creadas por miembros del Tren de Aragua, consolidándose en negocios vinculados a criptomonedas.
La fiscal subrayó un hallazgo alarmante: muchos de los imputados carecían de ingresos lícitos y, sin embargo, ostentaban múltiples cuentas bancarias. ‘Uno se pregunta, ¿qué está pasando acá?’, enfatizó. Esta situación ha llevado a una llamada de atención sobre cómo las instituciones financieras regulan la apertura de cuentas.
Steinert afirmó que aunque se ha avanzado con la detención de 52 personas, es necesario contar con herramientas que faciliten el análisis de cuentas bancarias de manera más rápida, así como la modificación del secreto bancario, para mejorar la eficacia en la persecución penal.
Este caso, que revela las brechas existentes en el sistema financiero y judicial, pone sobre la mesa la urgencia de una respuesta más adecuada y efectiva ante el crimen organizado en el país.