La tarde del lunes 23 de junio, una intensa actividad policial se desató en la calle Eugenio Díaz Lira en Pichilemu, tras la orden de detención dictada por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago contra Martín de los Santos, un empresario de 32 años. Este golpe se dio luego de que el sujeto fuera reformalizado por lesiones graves tras agredir a un conserje el pasado 17 de mayo.
La situación tomó un giro inesperado cuando las fuerzas de seguridad no lograron dar con el paradero del empresario, quien debía ser trasladado a un recinto penal para cumplir medidas cautelares, las cuales reemplazaron la firma mensual y la prohibición de acercarse a Guillermo Oyarzún, la víctima del ataque.
Al no encontrarlo en su domicilio, el Ministerio Público emitió una “alerta azul” internacional a la Policía de Investigaciones (PDI) para dar con su paradero, ya que se sospecha que de los Santos podría estar en Brasil. Esta información fue confirmada por el ministro de Seguridad, Luis Cordero, quien indicó que la policía ya estaba al tanto de la situación.
Las investigaciones apuntan a que el empresario huyó a Brasil el 19 de junio, tomando el vuelo 718 de Latam con destino a Florianópolis. Fuentes aseguran que su salida fue tranquila, sin impedimentos, debido a que no estaba sujeto a arraigo nacional.
En el día de su reformalización, de los Santos tuvo una actuación cuestionable, ya que se le vio consumiendo mate y fumando durante la audiencia a través de videoconferencia. Esto ha dejado a muchos preguntándose cómo logró salir del país, considerando que la Fiscalía no solicitó la medida cautelar de arraigo nacional en su primera formalización.
El ministro Cordero resaltó la importancia de no apresurarse a emitir juicios sin tener todos los antecedentes. A medida que más detalles se revelan, la comunidad de Pichilemu sigue expectante ante el desenlace de esta sorprendente fuga.