A principios de junio, se desató una inesperada disputa entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el magnate de Tesla, Elon Musk. Tras criticar el plan fiscal del presidente, Musk hizo afirmaciones explosivas, indicando que Trump podría estar relacionado con los archivos del pederasta Jeffrey Epstein. Esta controversia ha dejado a muchos en vilo sobre la naturaleza de su relación.
En una entrevista reciente en el programa Sunday Morning Futures de Fox News, Trump no escatimó en elogios hacia Musk, describiéndolo como “un tipo maravilloso”. Sin embargo, la tensión era palpable. “Se enfadó un poco, y eso no fue apropiado”, afirmó, resaltando el desencuentro por las críticas hacia un plan fiscal que, según diversos estimados, podría incrementar la deuda pública en más de 2 billones de dólares.
El enfrentamiento se intensificó cuando Musk, quien había dejado su cargo al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) a finales de mayo, mencionó que Trump estaba mencionado en casos polémicos relacionados con Epstein, lo que llevó a Trump a calificarlo de “LOCO”. Este intercambio de palabras ha puesto a la vista la frágil alianza entre estos dos titanes de sus respectivos campos.
Por otro lado, Trump también atribuyó el descontento de Musk a la eliminación del crédito fiscal para autos eléctricos, un aspecto importante en su plan fiscal en discusión en el Senado. “Me encantan sus autos, y creo que es fantástico, pero no todo el mundo debería tenerlos”, concluyó el presidente, quien pretende firmar dicho proyecto de ley antes del 4 de julio, Día de la Independencia de EE. UU.